Soy socialista para…

El ser humano es mucho más de lo que se nos cuenta; tiene mucha más sangre por dentro y mucho, mucho más coraje por fuera. A todos los que nos sentimos y somos socialistas debería caracterizarnos sobre todo una cosa: no podernos quedar impasibles ante el dolor ajeno. Querer transformar la sociedad, el mundo, y por no ponernos excesivamente magnánimos, nuestro entorno más inmediato.

Aparcar el ego individual, la comodidad indidual, para así engrandecer el ego colectivo, y generar incomodidad, que de eso se trata. Generar incomodidad al poder establecido (el que sea) para devolverle la comodidad a una clase obrera, a los usuarios de la sanidad y educación públicas, a los usuarios de la justicia pública, a los estudiantes, que nos necesitan. Nos necesitan de un modo que no admite más plazos fingidos.

Me siento socialista, como ya dije, por no poder quedar impasible ante el dolor ajeno, pero sobre todo, por reaccionar ante ese dolor ajeno. Yo soy socialista porque quiero bajarme de la atalaya y pisar el campo de batalla, ése es mi, nuestro, lugar natural. Nuestra posición natural es restituir la dignidad de aquellos a los que se les ha usurpado, asegurar los derechos de todos y todas y poner fin a la humillación en el foro o ámbito que fuese. Y también soy socialista para no callarme, para difundir mis ideas. No para encerrarlas. No para lapidarlas. Somos socialistas para no callarnos, para generar una duda, para avanzar.

Necesitamos todos beber de esa impronta. Uno no es socialista porque tenga un carné del PSOE o no; uno es socialista porque, repito-es demasiado importante como para no hacer hincapié-, porque no puede quedar impasible ante el dolor ajeno. Si cualquier militante del PSOE puede mirar hacia otra parte para así seguir en la comodidad e ignorar la realidad hostil que rodea a muchas personas, por favor, que rompa el carné del partido ahora mismo. Sin más dilación. El socialismo no entiende de esas actitudes.

Tenemos que construir un mundo mejor, un mundo más rebelde, con causa, con la causa del socialismo. Un mundo mejor empieza por ayudar a los hombres y mujeres que más lo necesitan, y acto seguido continúa por querer transformar la realidad para todos los hombres y mujeres. Los socialistas debieramos tener vocación transformadora. Todos y cada uno de nosotros y nosotras.

Hay demasiado dolor en el mundo, demasiada poca vergüenza, demasiado desalmado, para que un socialista haga de la comodidad su trinchera y calle. Soy socialista para gritar, para conmover, para remover conciencias, para reparar injusticias y para pensar en la colectividad por encima del individuo.

Tenemos todo lo que hace falta para hacer una sociedad más justa. No son las mías palabras vacías o simplemente palabras para escribir un post. Son mis convicciones, firmes; mi rebeldía natural, mi inconformismo. Necesitamos transformarnos para transformar. Necesitamos repararnos para reparar.

socialistas PSOE

@MarianoBeltran

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